martes, 12 de julio de 2011

Puntos suspensivos

De todos los signos ortográficos, los puntos suspensivos son mis favoritos. Un punto y final es un lugar sin retorno; en cambio, los puntos suspensivos simbolizan una puerta abierta.


Esta entrada se titula "Puntos suspensivos" porque es el lugar donde nos encontramos: muchos de vosotros pensaréis que estáis al final de una etapa, ya que el curso ha acabado. Pero en verdad se trata de un nuevo reto: algunos cambiáis de centro, otros empezaréis un nuevo curso en septiembre, y estoy segura de que este año habéis conseguido tener vuestras ideas más claras, lo que queréis hacer, cómo queréis ser, más madurez, etc.


Así pues, esto no es un adiós, sino un hasta pronto: puede que no volvamos a encontrarnos, pero en unos años, también puede que visite la peluquería de alguno de vosotros, o que le hagáis una revisión a mi coche, o que diseñéis mi traje de novia y organicéis mi boda, o que me construyáis mi casita de campo. En unos años, puede que seáis los jefes de la sucursal de mi banco, los maestros de mis hijos, o mis propios maestros en cursos de informática, o los pediatras de mis hijos, o los que me vais a cuidar cuando esté en una residencia. Hasta puede que me organicéis algún viaje, o que nos encontremos en el extranjero, o que le dé clases a vuestros propios hijos. Puede que compre CDs con vuestra música, o vuestras pinturas, esculturas... Hay tantas opciones.







Charlas y enfados, reuniones con padres, partes y expulsiones, risas... Es posible que no volvamos a encontrarnos, pero me gustaría que no os olvidarais de mí. Sólo quiero decir que muchas gracias a todos por este tiempo juntos. Ha sido un orgullo haber compartir este curso con vosotros.


Con mucho cariño,
Inma :)